Freno Hidrodinámico
El frenado hidrodinámico, también conocido como retardador o retárder, es una forma alternativa de reducir la velocidad de un vehículo ferroviario motorizado, sin desgastar ni sobrecalentar las zapatas de freno. Es una función de frenado dinámico de los vehículos que utilizan acoplamientos hidráulicos o convertidores de par como parte de su transmisión, es decir, los de tipo diésel-mecánico y diésel-hidráulico.
Para que el freno hidrodinámico funcione, el maquinista debe soltar el regulador de tracción y poner el inversor en la dirección en la que se mueve el vehículo. El freno generalmente es operado por una palanca que modifica la estructura del acoplamiento para que reduzca el volumen de la carcasa del fluido, lo que induce fricción adicional con el fluido en su interior. Esto ralentiza el vehículo a costa de calentar el fluido.
El frenado hidrodinámico, que se presenta solo en algunos vehículos motorizados, no proporciona una fuerza de frenado muy poderosa para trenes grandes, pero puede reducir la velocidad con el tiempo si se usa sabiamente. El efecto del frenado hidrodinámico es máximo a altas velocidades. Cuanto menor sea la velocidad, menor será la fuerza de frenado. A velocidades lo suficientemente bajas, prácticamente no tiene efecto. Para detener por completo un vehículo, el maquinista debe usar métodos de frenado por zapatas de freno.
El maquinista debe desconectar el freno hidrodinámico antes de poder volver a operar el acelerador y el inversor.