Freno Reostático y Regenerativo
El frenado reostático es una forma alternativa de reducir la velocidad de un vehículo ferroviario motorizado, sin desgastar ni sobrecalentar las zapatas de freno. Es una función de frenado dinámico de los vehículos eléctricos, incluidos los diésel-eléctricos.
Para que el freno reostático funcione, el maquinista debe soltar el acelerador y poner el inversor en la dirección en que se mueve el vehículo. El freno generalmente es operado por una palanca que convierte los MT en generadores cuando se aplica. Los circuitos eléctricos del vehículo se reconfiguran para que la corriente generada por los MT pase a través de resistencias. Esto ralentiza el vehículo a costa de generar calor, disipado a la atmósfera por potentes ventiladores.
En los vehículos eléctricos, en lugar de convertirse en calor, la corriente generada puede recuperarse para la red eléctrica o en las baterías de a bordo. Esto se llama frenado regenerativo. Sin embargo, los principios de funcionamiento de los dos sistemas de frenado son bastante similares.
Los frenados reostático y regenerativo, que solo se encuentran en algunos vehículos motorizados, no brindan una fuerza de frenado muy potente para trenes grandes, pero pueden reducir la velocidad con el tiempo si se usan sabiamente. El efecto de este tipo de frenado es máximo a altas velocidades. Cuanto menor sea la velocidad, menor será la fuerza de frenado. A velocidades lo suficientemente bajas, prácticamente no tiene efecto. Para detener por completo un vehículo, el maquinista debe usar métodos de frenado por zapatas de freno.
El maquinista debe desconectar el freno reostático o regenerativo antes de poder volver a operar el acelerador y el inversor.